Si amas, ¿eres capaz de soltar?
El amor es el sentimiento más puro y hermoso que pueda vivir un ser humano a lo largo de su vida. Desde niñas, a nivel cultural, nos han hablado del príncipe azul, el hombre perfecto y nuestro Ken para las chicas de la generación Barbie. ¿Realmente vale la pena soñar? ¿Es saludable estar en la búsqueda de ese príncipe azul y ese Ken que nos acompañe en el camino de la felicidad? ¿Existe el príncipe azul o realmente el hombre de nuestras vidas podría ser un Shrek?
Sentir maripositas en el estómago y ese nerviosismo es algo divino en la vida de una adolescente, joven y adulta. Cuando el amor llega a la vida es algo mágico, son múltiples sensaciones que se experimentan, una salida a caminar por algún lugar favorito, ver las estrellas en la noche y sentir como el aire acaricia la piel, reir juntos por algún chiste sin sentido, compartir en tiempos alegres, vivir nuevas experiencias y sobre todo darse la oportunidad de vencer juntos los miedos enfrentándolos como nueva aventura. Pero… ¿qué ocurre cuando ese amor es como una estrella fugaz? Es fuerte para una adolescente, joven o mujer adulta aceptar que la realidad es otra cuando creemos que ese es nuestro príncipe azul ya que estamos en las nubes y sentimos que es una estrella que ha llegado a iluminar nuestra vida todos los días. ¿Cómo sabemos si realmente es el amor de nuestras vidas?
Amiga, no existe una fórmula mágica pero muchas veces debemos aprender a definir si la relación es de amor, sinceridad y noviazgo saludable. Es un sentimiento puro, delicado, respeto y que contagia una alegría única a tu vida. De acuerdo con el psicólogo y escritor Walter Riso: “La consigna es clara: si un amor te hace sufrir, ese amor no te sirve. El amor saludable nos permite desarrollar todo nuestro potencial y disfrutar de nuestros mejores momentos sabiéndonos en buena compañía”. Lamentablemente, a nivel cultural, en muchas ocasiones a la mujer se le ha inculcado desde su núcleo familiar que hay aguantar el dolor, que si te casas debes soportar cualquier sufrimiento porque el amor es para toda la vida y aprender a callar llevando consigo así el sentido de codependencia. Sin embargo, ¿Cuán fuerte puede ser perder esa buena compañía y amor saludable?
Las mujeres, por naturaleza fuimos creadas con ese espíritu fuerte, luchador, frágiles pero a la vez con ese toque de delicadeza y dulzura para amar intensamente. Si una ruptura a causa de violencia en la relación es fuerte, también es fuerte la pérdida de ese amor. Un ejemplo no muy común en la Sociedad lo es cuando tenemos que soltar porque el amor de tu vida decide culminar la relación porque un amor más poderoso lo ha llamado a renunciar y servirle a Dios a tiempo completo como misionero de paz. Hay jóvenes y mujeres que han atravesado por esta prueba en la vida. En ese momento como mujer sientes muchas sensaciones en tu vida, lloras intensamente y piensas muchas cosas entre ellas: ¿en qué fallé? ¿Por qué me está ocurriendo esto a mi? Es ahí cuando debes trabajar contigo misma, aceptar, meditar, ejercitarte, dar gracias y sobre todo aprender a amarte y entender cómo debes soltar.
El aprender a soltar, perdonar y dejar ir es un acto de amor, no de cobardía. Aunque te sientas triste y decepcionada, ¡Aprende a soltar!. No te aferres a cargar con esa tristeza dentro de tu ser y aprende a soltar lo que te ha lastimado. Permítete ser feliz, enamórate de ti, date la oportunidad de vivir, viaja, sueña, mejora tu calidad de vida y sobre todo deja las puertas abiertas de tu corazón para encontrar el amor de tu vida. Cada experiencia que vivimos tenemos algo que aprender aunque nos duela en lo profundo de nuestro corazón. Tenemos que soltar para continuar nuestro camino.
Mujer, está en tus manos la oportunidad de ser feliz sea con tu Shrek, el Ken que llegue a tu vida o el príncipe azul. Recuerda...
“Es tiempo de soltar, perdonar, amar y ser feliz.
Vive la vida intensamente y permite que todo fluya”
Nota de la autora:
Cindy Cortés Vega es productora de televisión, guionista, especialista en comunicación estratégica, sobreviviente y enamorada de la vida. Agradecida de las bendiciones que cada día recibe mediante el servicio y la oportunidad de vivir rodeada del amor de familia y amigos.
Puedes contactar a la autora al correo-electrónico: cindycortespr@gmail.com