Viviendo mi presente...
Todos tenemos tiempos de mucho crecimiento en nuestras vidas. Son esos donde decimos que todo nos pasa a la vez, ¿lo han vivido? Si contestaron con un Sí, les diré que las entiendo perfectamente. Hace dos años, les hubiera admitido que podía dividir mi vida en antes y después del 2012, cuando comencé mi segunda batalla contra el cáncer, pero ahora no. Tengo que admitir que mi vida se divide en antes y después de estos últimos dos años. Ha sido aquí que comencé a reflexionar de tantas vivencias que no había analizado, ha sido precisamente en estos últimos 7 meses, el tiempo de mi mayor crecimiento como ser humano, mujer, profesional, amiga y hasta como madre. Tiempo que decidí que en lugar de permitir que las lágrimas y las emociones ocuparan mis acciones y decisiones, he trabajado en establecer nuevas formas que me ayuden a sentirme mejor conmigo misma, amándome y respetándome. ¿Y saben que? Puedo compartir con ustedes en este momento que lo estoy logrando. Que aún me falta… pero ya estoy dando pasos agigantados en este proceso. ¿Cómo lo estoy haciendo? 1. Primero establecí en mis reglas de juego para trabajar conmigo, como prioridad ser sincera conmigo misma, y no permitirme justificar ni una sola de mis acciones, reacciones o pensamientos incorrectos. 2. Comencé a entender que no puedo hacer que otras personas piensen y reaccionen igual que yo. Cada persona tiene sus propias experiencias que no son las mismas mías. 3. He internalizado que no todo lo que dicen es por mí, por lo que no hago mío ningún mensaje que alguien diga a mi lado o escriba en sus redes sociales, dejando de tomar las cosas personales. 4. Vacié el saco que cargaba en mis espaldas donde guardaba mi ego, junto a mis diplomas y grados universitarios, reconocimientos profesionales, el libro de superticiones que heredé de mis padres y abuelos, que marcaron cada paso de mi vida por más de 50 años. Saqué de ese saco el recuerdo de las palabras hirientes, acciones dolorosas recibidas de personas que amé y aún amo. Todo lo que tenía en ese saco y que sacaba como espada para supuestamente defenderme de quien amenazara mi seguridad o intentara lastimarme. 5. Y finalmente decidí darle otro uso a mi pasado, el cual ahora solo me sirve para buscar referencias a la hora de tomar acciones o decisiones, a mi futuro solo lo busco cuando quiero inyectarme nuevas energías e ilusiones y que con lo que ahora ocupo mi mente es con mi presente… mi HOY, este momento en que estoy respirando, este momento en que les escribo a ustedes para compartirles como estoy aprendiendo a vivir en Paz. Nota de la autora:
Sylvia De León es escritora, productora de espectáculos, relacionista profesional, madre, sobreviviente, una mujer apasionada de la vida, eterna agradecida de Dios y amante de la vida". Puedes contactar a la autora escribiéndole a sylviadeleonpr@yahoo.com