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Vive valiente con las cicatrices de sanación


Dra. Maricelly Santiago


Según el Registro Central de Cáncer de Puerto Rico, uno de cada tres individuos pudiera padecer de cáncer en algún momento de su vida. Tanto los hombres como mujeres, están en riesgo de manifestar esta enfermedad sin importar la edad, religión ni clase social. Sin embargo, cuando hablamos de cáncer de seno en Puerto Rico, es evidente mencionar que dicha enfermedad afecta tanto a la mujer como al hombre en nuestra Isla, a los hombres con menor frecuencia. Al enfocar nuestra atención específicamente a la salud de la mujer, es importante recalcar que los datos del Registro Central de Cáncer de Puerto Rico nos indican que el cáncer de seno ha sido el más diagnosticado y la primera causa de muerte entre las mujeres en Puerto Rico. Dicha condición representó el 29.6% de todos los cáncer más diagnosticados y el 19% de todas las muertes por cáncer.




El cáncer de seno es una enfermedad principalmente influenciada por factores de riesgo relacionados a estilos de vida o pudieran ser atribuidos al factor genético. Algunos factores de riesgos asociados para el cáncer de seno son: ser mujer, envejecer, llevar a cabo poca actividad física, historial familiar, tener mamas densas, consumo no moderado de alcohol, obesidad y contar con 50 años o más de edad, entre otros. En dicha condición se observa cómo las células de las glándulas mamarias se multiplican sin control y en ocasiones si el crecimiento es sumamente descontrolado puede generar la formación de tumores. El cáncer de seno se detecta debido al surgimiento de síntomas, pero existen mujeres que no presentan ningún tipo de síntoma al respecto. Por esta razón es de suma importancia realizarse las pruebas de detección temprana y programadas tales como la mamografía, ecografía del seno y estudios de imágenes de resonancia magnética o los recomendados por su médico especialista A través, de las pruebas de detección temprana y confirmación de diagnóstico logramos educar a nuestras mujeres para que conozcan sus riesgos y aprendan qué tipo de barreras les impide poder obtener dichos servicios.

Toda mujer debe conocer su cuerpo y reconocer lo que es normal y no es normal en ella. Es de vital importancia que cada mujer identifique los síntomas o alarmas como lo son las secreciones anormales por el pezón, enrojecimiento del seno, dolor en el seno y retracción del pezón. No obstante, no todos los tipos de cáncer de seno son similares, existen unos más comunes que otros. Dentro de los más comunes encontramos los siguientes:


a. Carcinoma ductal in situ (DCIS)-es un cáncer de seno no invasivo o preinvasivo

b. Carcinoma lobulillar in situ (LCIS)-se le denomina neoplasia lobulillar

c. Cáncer invasivo (infiltrante)-se han propagado hacia el tejido mamario circundante


Dentro de los menos comunes encontramos el cáncer de seno inflamatorio, enfermedad de Paget del pezón, angiosarcoma y tumores filode. Cada diagnóstico de cáncer de seno es diferente, por lo tanto cada maneras de manejarlo y tratarlo es diferente dependiendo del estado físico de la paciente. Existen diferentes tipos de tratamientos para el cáncer de seno como lo son los tratamientos locales (cirugía, radioterapia) o sistémicos (quimioterapia, terapia hormonal, terapia dirigida). No obstante las pacientes pueden recibir una combinación de dichos tratamientos, dependiendo de su salud general y sus preferencias personales. Los procedimientos quirúrgicos también son escenarios que la paciente debe considerar de acuerdo sea su caso.


La cirugía es uno de los tratamientos más comunes para combatir el cáncer del seno y dentro de las opciones quirúrgicas podemos encontrar, la cirugía conservadora del seno o la mastectomía. La cirugía conservadora del seno consiste en remover solamente una sección del seno, donde se encuentra el tumor, pero no por completo. Se recomienda en etapas tempranas del cáncer cuando el tumor es pequeño y no es un tipo de cáncer invasivo. Mientras que en la mastectomía es una manera de tratar el cáncer de seno mediante la extirpación quirúrgica de todo el seno, en donde la paciente tiene varias opciones para considerar, entre ellas: mastectomía simple o total, mastectomía con conservación de piel mastectomía con conservación de pezón, mastectomía radical modificada, mastectomía radical o mastectomía doble. Dicha alternativa es una muy personal que decide la paciente en conjunto con su médico. Estudios recientes indican que las pacientes pueden elegir por una mastectomía para poder “deshacerse del cáncer de seno lo más rápido posible”, sin embargo, los estudios que han dando seguimiento a miles de mujeres por más de 20 años demuestran que cuando se puede hacer la cirugía con conservación del seno y administrar radiación, en lugar de la mastectomía, ésta última no provee una mejor probabilidad de supervivencia del cáncer de seno.


Por lo tanto, el autocuidado se vuelve una herramienta muy necesaria para la paciente y el cuidador que la asiste. Luego de las intervenciones quirúrgicas, como lo es la mastectomía, es importante que las pacientes tomen los cuidados adecuados para evitar riesgos de infecciones con los drenajes o vendajes respectivamente y aprendan a utilizar los medicamentos para el dolor de manera correcta. Hay señales regulares que la paciente debe tener en cuenta en todo momento, tales como el dolor/sensibilidad, la hinchazón, el entumecimiento en el brazo, la molestia en los terminales nerviosos (neuropatía), la acumulación de sangre en la herida (hematoma) y la acumulación de líquido transparente en la herida (seroma), entre otros. También es de vital importancia que la paciente entienda cuándo retomar sus faenas cotidianas sin retroceder su recuperación y sanación a través de la comunicación abierta y directa con el médico especialista.



Debemos de entender como profesionales de la salud, que desde el momento del diagnóstico de cáncer de seno, la paciente comienza a transitar por una serie de fases que impactan sus esferas emocionales, físicas y sociales. Esta concepción es valorada con más peso en la mujer hispana de manera significativa, por eso ante la pérdida del cabello o del seno, las secuelas en la autoestima, imagen y auto-aceptación se vuelven cruciales a la hora trabajar. Los grupos de apoyo se vuelven una herramienta de extremo valor para asistir a las pacientes una vez comienza este diagnóstico, tratamiento y finalidad del mismo. Nuestro reto principal se vuelve en atender las cicatrices que observamos a simple vista y las cicatrices emocionales de nuestras pacientes con mucha misericordia y amor.



Se estima que 1 de cada 12 mujeres pudieran ser diagnosticadas con cáncer de seno en algún momento de su vida, mientras que 5 mujeres puertorriqueñas son diagnosticadas con esta enfermedad antes de finalizar el dia. Sin embargo, recuerda que el cáncer no es una sentencia de muerte, he podido dar testimonio de cómo esta enfermedad ha servido de vehículo para que la sobreviviente de cáncer de seno puertorriqueña se aferre más a la vida y entienda mejor su condición. La clave para bendecir y dar bendición, es escuchando con un corazón abierto a cada una de estas pacientes, entendiendo sus necesidades y al mismo tiempo sus alegrías. Las invito a crear conciencia acerca de esta condición que está tocando las puertas de tantas mujeres puertorriqueñas. Mis mejores deseos a nuestras pacientes de cáncer de seno que hacen la diferencia en Puerto Rico y sirven como ejemplo de superación para otras recién diagnosticadas.


Datos de la autora


Dra. Santiago se desempeña como Profesora, Investigadora en Ciencias Biomédicas con especialización en Oncología y directora proyectos de alcance comunitario. La Dra. Santiago cuenta con 14 años de experiencia en el área de educación, comunidades, prevención, diagnóstico, tratamiento, manejo de efectos secundarios, derechos a los pacientes de cáncer, sobrevivencia y calidad de vida. Su pasión está en traducir la ciencia para beneficio de la comunidad oncológica puertorriqueña.

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